Cristiano Ronaldo engordó su leyenda en Turín. El delantero portugués se exhibió en una de las grandes plazas del fútbol europeo, con todo el planeta mirando. No sólo acercó con un doblete al Real Madrid a las semifinales de la Champions con una contundente victoria ante la Juventus, sino que firmó un gol de antología. Una chilena espectacular que mandó a la lona a la Juve, que se había repuesto a su mal arranque y había hecho sufrir a los blancos.
Menos de tres minutos tardó el Madrid en marcar, y no fue un gol cualquiera. Marcelo encontró en profundidad con un detalle de alta escuela, y el malagueño a Cristiano en el área. La definición del portugués fue portentosa, prolongando al segundo palo con el exterior de la bota.
El Madrid dominaba, salía con soltura y jugaba con la tranquilidad de quien ha ganado tres de las últimas cuatro Champions. No acumuló ocasiones, más allá de un cabezazo de Ramos y un disparo lejano de Kroos, que se estrelló de forma espectacular en el larguero. La Juve daba sus sustos, y Keylor Navas respondió de forma magnífica, a contrapié y con una mano. a un remate a quemarropa de Higuaín.
En la segunda parte, al Madrid le costó mucho más. Y eso que, el poco de reanudarse el juego, Cristiano pudo marcar el segundo. Aunque Modric estaba inusualmente impreciso, Zidane se decantó por retirar a Benzema y dar entrada a Lucas Vázquez. Para entonces, Sergio Ramos había visto ya la tarjeta amarilla, que le impedirá jugar la vuelta. Tampoco Dybala, que vio la roja directa en plena impotencia por el 0-2, cuando pegó una patada en el pecho a Carvajal.
Con la superioridad numérica, el Madrid remató el partido. El propio Ronaldo apareció para tirar una pared con Marcelo, al que dejó frente a Buffon para firmar el 0-3 picando el balón con la soltura del mejor delantero. En la retina de todos seguía aún el majestuoso vuelo de Cristiano para rematar, minutos antes. Una estampa para la historia.