El mensaje del Sermón de las Siete Palabras de la Iglesia Católica, con motivo del Viernes Santo, centró sus críticas en aquellos patriotas y nacionalistas, a quienes consideró “rancios” que siembran odio y xenofobia contra los inmigrantes e indocumentados, especialmente con los haitianos.
Además, la iglesia arremetió contra la justicia dominicana, la corrupción e impunidad en el caso Odebrecht, así como a los funcionarios que elevaron sus salarios a pesar de haber alegado que sus instituciones no poseían fondos para ejecutar las labores para las que fueron creadas.
También deploraron las condiciones del sistema de salud y la falta de oportunidades laborales que tienen los jóvenes egresados de universidades.
Primera palabra
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen; sí padre, a aquellos que promueven el odio, el rencor y la xenofobia, revestido de falso nacionalismo o falso pudor, creando zozobra, intranquilidad y viendo fantasmas donde no los hay”.
Segunda palabra
“Es necesaria y urgente la conversión de tantas personas que aferrados a un patriotismo barato se encarnizan contra inmigrantes, que aunque con cultura diferente a la nuestra, no dejan de ser personas y, por tanto, merecen respeto”.
Tercera palabra
“Hay un grupo de malos dominicanos y dominicanas fomentando xenofobia con los vecinos haitianos; es verdad que no podemos recibir a todos los ilegales haitianos que cruzan la frontera, pero no se puede tratar de incentivar en los más ignorantes un nacionalismo rancio y barato que no toca a quienes se benefician de las manos de obra baratas de los trabajadores haitianos ni reclaman la aplicación de las leyes laborales”,
Cuarta palabra
“Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? Este es el grito de muchas personas que a diario ven pisoteada su digniddad, que sufren dolor e impotencia ante los abusos a los que son sometidos en sus lugares de trabajo, con sueldos de miseria, mientras que observan como los miembros de algunas instituciones del Estado, quienes devengan sueldos de lujo, se hacen aumentos de sus sueldos a pesar de que han alegado que sus instituciones no tienen fondos para ejecutar las funciones para las cuales han sido creadas”.
Quinta palabra
“Hay muchos internos de nuestro sistema penitenciario a quienes les violan sus derechos, viven hacinados, a ellos ni les pintan, ni les acondicionan las cárceles en las que guardan prisión, en cumplimiento de su sentencia”.
Sexta palabra
“¿Qué ha pasado después de ese grito divino por la alegría de que la obra estaba hecha? ¿Por qué a diario me encuentro con tantos jóvenes graduados de la universidad y que por falta de oportunidades andan sin rumbos, sin trabajo? ¿Por qué la gente no valora el medio ambiente, común para todos?”
Séptima palabra
“La violencia ejercida por una persona, una institución o situación estructural se inserta cada día más queriendo crear una ‘cultura de violencia’ a través de la discriminación, el racismo, la exclusión y una cultura patriarcal”.